Llenar
los ejercicios de nuestros alumnos de correcciones, señalar cada
una de las comas de sus escritos no son las herramientas más
eficaces para conseguir la corrección expresiva que, a fin de
cuentas, es el objetivo que perseguimos en nuestras aulas. La
corrección debería convertirse en un paso más del proceso de
aprendizaje, eliminar el carácter punitivo que se ha otorgado al
error ortográfico. Si añadimos la corrección como un paso más del
proceso de redacción, favorecemos el interés del alumnado por sus
propios errores.
¿
Corregir todo? Parafraseando a Cassany, “Corregir aquello que el
alumno pueda aprender” . Proponemos el uso de una serie de signos
que nos permitan “dar una pista” sobre el tipo de error ante el
que estamos: acentuación, concordancia … y que sean los propios
alumnos lo que finalicen la corrección de sus ejercicios.
A
continuación os ofrecemos la plantilla que recogen las pautas de
corrección que utilizamos en 1º y 2º de la ESO.
pautascorrección
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